""Cuando aparece la tragedia, todos hablan de drogas""

-- En la ciudad de Villa Carlos Paz y alrededores la situación frente al consumo de drogas no dista demasiado de lo que sucede en otras partes, si bien los aspectos sociales en general influyen, la situación nunca dejó de ser alarmante y preocupante.

Podemos decir que uno de los aspectos más influyentes que permiten sostener el consumo de drogas es la cada vez mayor tolerancia social que reina en cuanto a algunas drogas, y que no es aplicable al policonsumo reinante en la mayoría de los jóvenes.

Los hábitos de consumo son muy variados, como variadas las sustancias, en primera medida hay que marcar que las drogas no respetan clases sociales, y en estos últimos tiempos las edades.

Si al mismo tiempo sabemos que todas las encuestas realizadas nos llevan a saber que la marihuana y el alcohol son las drogas  más consumidas en la Argentina, nuestra ciudad y sus alrededores no escapan a esta aseveración, son las drogas más consumidas.

Los primeros contactos con las drogas, sobre todo marihuana y alcohol, se da entre los 13 y 15 años en su mayoría, la franja de mayor consumo oscila entre los 15 y 21 años, en donde aparecen otras sustancias como psicofármacos y cocaína, y algunas sustancias alucinógenas. El paco no es una sustancia que aparezca en esta zona, al menos por el momento.

La situación económica marca diametralmente algunos consumos, pero tendríamos que hablar de otras sustancias, las anteriormente nombradas son de fácil acceso, varían en su calidad lo que las hace más económicas y cualquier joven las adquiere en las diferentes formas de compra (celulares, internet, delivery entre otras), lo que aumenta la accesibilidad y facilismo.

Párrafo aparte, debemos hacer con las drogas de diseño, éxtasis, mdma, mdone (similar al lsd), y muchas más que constantemente son manipuladas en laboratorios clandestinos, con escaso valor de producción y elevado costo en su venta (rondan entre $ 400,- y $ 800,-), solo accesibles para personas con cierto nivel económico. Estas sustancias cobraron la vida de cinco jóvenes hace unos días en Bs. As., donde aparece otra droga llamada Superman, con alto grado de peligrosidad.

“Como casi ninguna otra droga, el consumo de éxtasis y otras metanfetaminas o drogas de síntesis similares está ligado a una escenografía específica, a una estética y a una música, que es la música electrónica”, manifestó Juan Carlos Mansilla, ex funcionario del Gobierno de Córdoba, ahora en la SEDRONAR.

En nuestra ciudad estas sustancias ya superaron ampliamente las fiestas electrónicas, pasando a ser sustancias consumidas comúnmente hacia los fines de semana, en boliches bailables, y también en fiestas privadas organizadas con el exclusivo tema de consumir metanfetaminas y otras drogas en exceso.

La banalización de este consumo por parte de los jóvenes es increíble, no lo toman como un consuno de drogas, sino como un espacio de diversión, sin medir riesgos, desafiando estos, consumiendo todo tipo de metanfetaminas que se desarrolle, y en una suerte de prevención, se manejan en foros por internet, comentando sus experiencias y de cómo deberían consumirse.

Existe una marcada negación de la sociedad en cuanto a este consumo, hasta que aparecen tragedias y toda la prensa intenta ocuparse, al menos por un tiempo.

En lo que respecta a políticas de estado sobre este tema, tanto en prevención como asistencia, encontramos un hueco bastante amplio, y una desinformación  de lo que sucede en la actualidad, y es muy marcada a nivel provincial desde el cierre de la SEPADIC, y hasta el momento sin pronunciamiento en nada similar al respecto.

Nuestra Institución encontró en los gobiernos municipales de Villa Carlos Paz y La Falda la oportunidad de trabajar en esta temática desde hace ya varios años, con la firma de sendos convenios de prestación de servicios.

Los tratamientos han ido modificándose según se modifican los consumos, de hecho las leyes de salud mental provincial y nacional influyen directamente sobre esto, potenciando el derecho de las personas por encima de las leyes prohibitivas y condenatorias conocidas.

La posibilidad de realizar tratamientos muchas veces está marcada por la misma tolerancia social que nombramos anteriormente, y que intenta definir para que sustancias se debe o no hacer un proceso terapéutico. Esto es un error común.

En Pro-Joven, 18 personas se encuentran en proceso terapéutico, en su mayoría por policonsumo, y otros por consumos puntuales de algunas sustancias.

El promedio de personas asistidas desde el 2009 asciende a casi 40 por año, y muchas más se han acercado para recibir orientación terapéutica, hemos realizado más 150 talleres en diferentes establecimientos secundarios privados y públicos y realizamos anualmente jornadas de capacitación convocando a trabajadores de toda la provincia, y de diferentes ámbitos.

La crítica muchas veces nos deja con sabores amargos, la desisdia, el desinterés parecen ser herramientas más fuertes que el compromiso y la aceptación de lo que hoy por hoy es parte de la sociedad.

Roberto Cabrera-

Director

Asociación Civil Pro-Joven.

Abril de 2016, con Ruben Tomassi, 168 Horas Radio Carlos Paz.

Con Ruben Tomassi, en 168 horas radio, Carlos Paz.-